The bright side: EduPLEalumnado: Voz y voto

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¿Son nuestras aulas un ejemplo de Democracia?

Llevo días anegada en correcciones y obligaciones burocráticas de diversa índole, inútiles en su mayoría. Esta imposición laboral me ha permitido dejar reposar el trabajo que hicimos Juan José Sánchez (@juanjoberja) y yo hace un par de semanas. La propuesta surgió de forma casual, fruto de una conversación entre José Luis Castillo (@jlcastilloch) y mi compañero sobre la posibilidad de organizar un hangout con su alumnado. El tema no estaba muy definido, así que Juanjo y yo nos pusimos manos a la obra y preparamos una presentación llena de cuestiones pedagógicas y reflexiones imprescindibles que ayudarían a dinamizar el diálogo. Ni tan siquiera la abrimos. Cuando el diálogo fluye entre iguales no necesita pautas. Google+ fue el medio, pero no el mensaje. EduPLEmooc organizó el evento, Clara Cobos (@claracobos) nos dio sabios consejos y el paciente Diego García (@diegoogg) estuvo entre bambalinas. Vaya el agradecimiento por adelantado.

La Educación requiere cultura y corazón y ambas cosas parecen haber desaparecido de nuestras aulas. Quizá se ha insistido demasiado en el diálogo entre culturas olvidando que la nuestra es una cultura de diálogo. No me cansaré de decir que el Conectivismo es una manera de ir por la vida, una actitud muy mediterránea. Las redes sociales no son más que una digitalización de lo que el Sur siempre ha sido: social. El sol nos hizo habitar las calles y, en ellas, la conversación florecía sin compasión, a corazón abierto. Hemos de tratar, pues, de devolver la Educación a nuestro paradigma social genuino y abandonar esa ética tan protestante del esfuerzo y el castigo (a veces, eterno).
Por otra parte, la innovación ha irrumpido sin pedir permiso. A veces, la ruptura con las prácticas tradicionales ha sido dramática, pedagógicamente desorientadora y poco respetuosa con el entorno. Enseñar con corazón significa tener en cuenta al otro, sus circunstancias y necesidades. Si queremos que la innovación educativa se convierta realmente en mejora, no la debemos convertir en una amenaza ni implantarla con la furia del neoconverso. La comunidad debe ser tenida en cuenta y debe volver a dialogar para crear un buen contexto de colaboración. Rompamos definitivamente la dinámica de conflictos que caracteriza al triángulo familia-alumnado-docente. Distribuyamos el liderazgo para conseguir cohesión. ¿Te atreves?

Intentamos con esta charla, pues, que el aula, a la manera de los antiguos griegos, volviera a ser una reunión con el paedagogus , el guía del niño strictu sensu , al que las preguntas de su pupilx hacen reflexionar e incitan a buscar nuevas respuestas. Lo echábamos de menos. Lo que no quedó claro era quién dirigía a quién. Ni falta que hizo. Esa dialéctica del aprendizaje ha sido intencionadamente arrinconada por los intereses del sistema económico (sea el que sea mientras acabe en -ismo) que han tenido en el sistema educativo a su gran aliado. La escuela ha sido, y aún es en muchos casos, castradora de imaginación, adoctrinadora de conformismo y creadora de rebaños que, con anatemas varios, ha intentado poner orden, su orden, al caos que es la vida misma. Lxs docentes concienciadxs no vamos a colaborar más. Tenemos claro que la Democracia comienza con una conversación.